Saturday, November 15, 2014

Sobre la caballerosidad



En la actualidad, las normas de caballerosidad que por tanto tiempo rigieron la convivencia de los hombres con las mujeres están desapareciendo una a una. Cada vez parece ir ganando más terreno la concepción que dice que esas reglas no escritas de cortesía y respeto que por tanto tiempo han marcado la pauta en la forma en que muchos hombres se relacionan con las mujeres, van cayendo en desuso o comienzan a considerarse anticuadas (noción compartida tanto por hombres como por mujeres)
Me parece que la gran mayoría de las mujeres que se oponen a seguir siendo tratadas con excesiva caballerosidad por parte de sus parejas y de los hombres en general, consideran que detrás de esta caballerosidad masculina se esconde una trampa que lleva implícito el precio de la sumisión. El perpetuar el yugo masculino a través del disfraz amistoso de la cortesía.
Sin embargo, en mi opinión, la caballerosidad no consiste en un anquilosado código de conducta que se ha ido inventando a lo largo de generaciones con el fin de cortejar mujeres. Ni siquiera creo que ese sea su fin en absoluto aunque muchas personas de ambos géneros parezcan verlo de esa forma.
El grado de civilización con el que siempre se ha medido a una sociedad es el respeto con el que esta trata a sus mujeres. No me opongo ni a la existencia ni a la persistencia de las normas de la caballerosidad dentro de la sociedad simplemente porque son un reflejo más de ese respeto que toda sociedad que se llame a sí misma civilizada debe prodigarle a la mujer, en todo momento, en todo lugar y a  cualquier edad.
Lo que si me parece hipócrita es que algunos hombres solo entren en el juego de las reglas de caballerosidad bajo ciertas situaciones y se olviden de ellas después y con  el paso del tiempo. O sean selectivos y solo se permitan ser caballerosos –y en un sentido más amplio, respetuosos- con una mujer, únicamente si ésta les resulta atractiva.
Si, es cierto. La caballerosidad es un convencionalismo social. Una regla no escrita en la cual cada quien puede decidir si entra o no en el juego. Pero es una parte muy importante de las normas básicas de educación y respeto con las que los hombres se deben conducir con las mujeres, por lo cual lo que se está eligiendo básicamente es si entrar o no en el juego de la civilización.
Si la caballerosidad no es más que una muestra de educación y respeto sería una pena que sus normas de conducta se fueran perdiendo con el paso del tiempo, pues es bien sabido que es sumamente difícil alcanzar un grado alto de civilización, pero el perderlo no lleva más que un instante.  
En pleno siglo XXI ninguna persona medianamente civilizada  duda el hecho de que el hombre y la mujer son iguales en inteligencia, capacidad y derechos, pero nada de eso cambia el hecho de que el hombre le debe respeto a la mujer.
Ese respeto, que es el al fin de cuentas lo que le ha ido confiriendo a la mujer su igualdad de derechos y oportunidades en la sociedad, es en última instancia una de las medidas más confiables que tenemos para evaluar hasta que punto la sociedad en la que vivimos puede llamarse a si misma civilizada.

1 comment:

Jazz said...

Concuerdo en la idea de las conductas de respeto y cuidado que se han externalizado dentro de un código implícito entre sexos y diversidades sexuales.
Sin embargo la palabra "caballerosidad" es donde creo que existe un punto, pues como ha sido un constructo social como histórico, pues la cultura caballeresca nace desde la edad media, por lo tanto y citando a Lagarde, comenta que el orden de género al final del día es algo que se va construyendo todos los días, entonces retomando el punto de la cultura caballeresca, se habla de enaltecer el amor entre varones (por que hablar de hombres y varones es diferente) y que estos amores entre ellos era reforzado por el casamiento con las mujeres de las familias de ellos.
Entonces, concuerdo con la situación de la crisis de valores y respeto, así como del propio autocuidado, considero que las acciones de atenciones hacia las mujeres y en este gran boom del empoderamiento femenino es algo que simplemente va a perecer, pues así como de un momento a otro todo puede ser etiquetado con violencia, también puede ser una pauta para etiquetarlo como algo que por ser hombres ellos deben de ser los únicos en hacerlo, si justamente una visión de género llama a la equidad, mas bien la pregunta aqui sería, si se esta dejando perecer este constructo masculino de la caballerosidad, ¿Sería buen momento para que las mujeres tomaran esa caballerosidad hacia ellos?